miércoles, 21 de septiembre de 2011

La desaparición de Emily Rose.

Emily Rose ha quedado hoy sábado 3 de Octubre de 1978.
Se ha levantado de su larga siesta a las siete empunto, se ha dirigido a la ducha, y ha salido después de estar dos horas de reloj en la ducha su cita es a las once y media horas. En todo ese rato hasta que tenga que salir por la puerta ha estado emperifollándose, para la gran noche de su vida. O al menos así lo llamaba ella.
Cuando ya son las once empunto, Emily sale de la puerta despidiéndose de su familia diciéndoles que no llegaría muy tarde, que seguramente llegará a las tres de la madrugada. Por lo que su madre Sarah no tenía mucha preocupación por el bien estar de Emily ya que sabe que su hija, aparte de ser una gran estudiante, sabe que tiene bien en cuenta los peligros de estar por la calle vagabundeando hasta las tantas de la madrugada.
Emily lleva un vestido blanco con unos cuantos encajes por aquí y por allá. Su maquillaje es muy natural por lo que le da un toque de inocencia, y sus zapatos llevan un poco de tacón, pero que no emite mucho ruido.
Emily ha quedado con su extraño acompañante en el parque de la Avenida Stelman. Cuando Emily se dirige hacía aquel lugar, comienza a tener un poco de miedo, pues nunca antes ha quedado por la noche, y cuando así ha sido, la han venido a buscar. Pero aquel acompañante, no era de la clase de gente con la que ella se codeaba, realmente Emily no era la clase de chica que sus padres pensaban que era, y su extraño acompañante tiene veinte años de edad, y Emily no se acerca ni tan siquiera a los quince, Emily quiso quedar con aquel hombre, para así experimentar algo que ella nunca antes había hecho, el amor.
<< Ya son casi las once y media, ¿estará él ahí?>>
Cuando ya solamente quedaban tres pasos y eran ya las once y cuarenta horas,  Emily ve una sombra de un hombre de un metro ochenta de altura, que va completamente vestido de negro << ¡es él!>> Emily comienza a sentir algo de nervios en su estómago, pues aquel hombre de veinte años de edad, era de una gran atracción para ella, pero simplemente le conoció por el mero hecho de entrar en un chat, no sabía apenas nada de él más que el seudónimo que el se apodó ‘’ El gran jefe.’’ A Emily le hacía mucha gracia aquel mote, por lo que por ello comenzó ha entablar conversación con él.
<<Ya sólo queda un paso más y ya estaré>> Emily ya está  en el parque de la Avenida Stelman, todo está muy oscuro, apenas se puede ver los columpios y toboganes que hacían vivir a aquel parque en el que cuando ella tenía dos años de edad, jugaba.
-Disculpa, ¿tú eres Emily?
-¿Eh?, sí, sí, sí, soy Emily, ¿y tú eres ‘’El gran jefe’’?
-Ha,ha,ha, sí, soy ‘’El gran jefe.’’
-Realmente ¿cómo te llamas?
-Mi verdadero nombre no es de tu incumbencia ahora mismo Emily, ¿quieres subirte en mi coche y vamos a dar una vuelta por la ciudad?
-Mi madre siempre me ha dicho que no suba a el coche de un desconocido, y como comprenderás no voy a subir.
-Pero  no soy un desconocido para ti, ya que tú has querido quedar conmigo, ¿verdad?
-Sí, pero ahora mismo no estoy muy segura de lo que quiero, además no eres de la clase de gente con la cual suelo codearme.
-Entonces, ¿para qué has venido?
-¿Realmente?...
-Sí.
-No lo sé, quizá para experimentar algo nuevo, tenía muchas ganas de que llegara este día, y ahora que ha llegado, no estoy muy segura de lo que quiero, u estoy haciendo…
-Pues…
-¿Vamos al bosque?
-¿Al bosque?
-Sí…
-¿Para qué?
-Tú sólo sígueme…
Emily coge la mano de su acompañante, del cual aún desconoce su nombre, tampoco le importaba mucho realmente, pues lo único que ahora mismo deseaba con toda su alma era ir al bosque. Iban bajando por un terraplén, Emily se conocía todos los recovecos de aquel parque, que se enlazaba con el bosque más espeso de la comarca, por lo cual Emily andaba con toda tranquilidad, todo lo contrario a su acompañante el cual estaba muy asustado, ya que desconocía las intenciones de Emily.
Emily todo el tiempo observaba de aquí para allá buscando una gran explanada en la cual situarse. << ¿No habrá ningún sitio dónde poder sentarse?>>.
Cuando ya son las doce y diez minutos, Emily detecta un gran vacío en medio de una arboleda, en la cual decide situarse.
-‘’Gran jefe’’ o cómo demonios te llames, aquí nos quedamos.
-¿Aquí en medio del bosque?
-No estamos en medio de un bosque, esto es el centro de una gran arboleda…
-¡Qué más da!, yo no me voy a quedar aquí, hace frío, es invierno, y no sé qué quieres hacer, pero no me fio un pelo de ti.
Emily ve que ‘’El gran jefe’’ de veinte años de edad, tiene miedo de una niña que apenas roza los quince años, por lo que hecha un gran carcajada que hace eco en todo el lugar. Emily coge de su bolso una cuerda la cual había introducido ahí intencionadamente. Saca también un espray de pimienta que había hecho la noche antes de irse a dormir. Le rocía con el espray en los ojos dejando a su acompañante totalmente ‘’indefenso’’, le coge de un brazo lo lanza al suelo  y lo ata de pies y manos.
-¡¿Qué haces, qué quieres?!
Emily no responde, está totalmente cegada en su eufórica situación, le rompe los pantalones, la camiseta y chaqueta hasta poder dejarlo totalmente desnudo en la hierba. Emily detecta el miedo hacía ella en los ojos de su acompañante, eso le hace sentirse más fuerte, más poderosa, y le encanta esa sensación que nunca antes había sentido pero que deseaba con todas sus fuerzas.
Cuando ya está totalmente desnudo, sin ni tan siquiera zapatos tener, lo arrastra hasta llegar a un árbol, y así poder tenerlo inmovilizado del todo. Emily se quita su chaqueta y comienza a desnudarse. Como ya he dicho antes, Emily quería experimentar algo que nunca antes había sentido, quería hacer el amor. Cuando ya se había desnudado del todo, Emily se sienta sobre el sexo de su acompañante el cual tiembla tanto de miedo, como de frío, saca de su bolso un cuchillo, el cual también había introducido intencionadamente, tanto por su seguridad, como cumplir con sus intenciones.
Emily comienza a restregar su sexo con el de ‘’El gran jefe’’ que en ese instante Emily comienza a reírse a carcajadas, porque ve que de ‘’Gran jefe’’ tiene poco, ya que una niña como ella puede con un hombre de veinte años. Tras estar así treinta minutos Emily comienza a sentir una gran excitación por usar el cuchillo que sostiene en su mano, por lo cual comienza a hacerle diminutos cortes en el rostro de ‘’El gran jefe’’.
-¿Cómo te llamas?
-[…]
-¡¿Qué cómo te llamas?!
-¡Joe! ¡Joe! ¡Joe!, ¡mi nombre es Joe!
-De acuerdo, Joe…
Emily comienza a hacerle más cortes en el resto de su cuerpo, y saca de su bolso aguja e hilo. Emily se introduce el pene de Joe, y se mueve con total agilidad, y placer…
Son la una y quince minutos, Emily está perdiendo su virginidad, en un acto totalmente grotesco e inhumano, por el cual podían condenarla. Pero eso a Emily no le importaba ahora, quiere seguir disfrutando con su plan.
A la una y cuarenta y cinco minutos, Emily deja de hacer el acto sexual y coge el pene aún erecto de Joe y se lo arranca de un mordisco, coge aguja e hilo y se lo comienza a coser en la boca, esto hace que termine a la una y cincuenta y nueve minutos, entonces Emily se incorpora y mientras que su acompañante se desangra vivo Emily esta acostándose con él. A las dos y treinta y cinco horas, Joe agoniza en su horrible y desgarradora muerte, mientras Emily se restriega en su sangre y continúa haciendo el acto sexual.
Joe no puede hablar, no puede moverse, no puede hacer nada más que agonizar en silencio. Emily echa grandes carcajadas y gritos de placer.
Antes de salir de su casa Emily dijo a su madre que llegaría sobre las tres de la madrugada, por lo cual, puso una alarma en su móvil para así no llegar más tarde de lo previsto. El parque de la Avenida Stelman estaba a cinco minutos de su casa, por lo cual puso la alarma a las dos y cincuenta y cinco minutos, ya que sabía que no tardaría nada en bajar del bosque hasta el parque, y de ahí hasta su casa.
Su acompañante Joe ‘’El gran jefe’’ ya ha muerto, Emily ha saciado su antojo del día y falta tres minutos para que suene la alarma.
Son las dos y cincuenta y dos minutos, Emily se levanta, se viste, coge sus cosas, arregla un poco el desastre armado. Y dice…
-Me alegra mucho haberte conocido, Joe.
-[…]
Emily ve que ya ha muerto hace unos minutos, pues aún sale algo de sangre de su herida. Emily da media vuelta, y comienza a bajar por donde habían venido antes, llega al parque, la ciudad, su pequeño pueblecito, está en silencio, parece como si todo el mundo hubiera muerto esa noche, el frío come las comisuras de los labios rosados de Emily, y hace que comience a tiritar de frio. Suena la alarma del móvil, son las dos y cincuenta y cinco horas, debe darse prisa en llegar a casa, si no, sería como haber mentido a su madre.
Algunos coches de policía pasan por la calle, están vigilando que todo esté en orden, y que ningún malechor moleste a ninguna joven que llega de fiesta, pues en la ciudad esa noche había concierto, y muchos jóvenes llegarían tarde a sus casas.
Un coche de policía se detiene al lado de Emily cuando estaba ya a dos pasos de su casa.
-Hola jovencita, ¿a dónde vas?
-Voy a mi casa agente, vivo ahí. Emily señala hacía su casa, está algo asustada por si ve algún rastro de sangre del desecho humano que había matado antes.
-¿De verdad que no me mientes pequeña?
-Sí claro, por qué debía hacerlo, si vivo ahí, justo ahí, de verdad… Emily tiene poca paciencia y más cuando la toman por mentirosa.
-Venga súbase al coche que la llevaré a comisaría, porque no me fio muy de tu palabra, niña.
-¡No!, me voy a mi casa.
Emily sale corriendo para llegar al portal de su casa el cual estaba a dos simples pasos, pero el agente de policía la coge antes de que le diera tiempo a llegar a tocar el timbre, para así avisar a su madre de que está ahí. El agente de policía no iba con ningún acompañante, estaba sólo patrullando por la calle, eso fue algo muy extraño, pues en aquella ciudad, todos los policías iban con algún que otro acompañante. Emily se asusta, pues ve que no era en verdad un policía, y comienza a gritar. La vecina de al lado, sale alarmada por oír los gritos de una joven niña, pero la mujer se queda en la puerta sin hacer nada, sin decir nada, ni la menor gesticulación. El policía mira a la anciana y echa una sonrisa algo malvada, la anciana se asusta, y por no ver su vida en peligro, entra y cierra la puerta.
Emily sigue gritando y arañando, intentando soltarse de su falso policía, pero no puede, es demasiado fuerte, entonces, consigue meter a Emily en el asiento de atrás, le golpea varias veces en la cabeza, hasta así dejarla inconsciente. Emily deja de gritar, deja de arañar, y de salvar su vida. Esposa a Emily en el reposa brazos y se sienta en el asiento del conductor, arranca el coche, y nunca más se supo nada de Emily, no cumplió la promesa de su madre, la anciana, no tuvo la más mínima gota de valor por llamar a la policía, ni decirle a su madre, que un falso policía de cuarenta y cinco años, se llevo a su Emily que apenas rozaba los quince años.

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